Comenzamos el segundo día de clase con un vídeo en el que
se nos presentaban dos ejemplos de lección magistral; a partir de este vídeo se
nos propuso detectar aspectos positivos y negativos de la exposición de ambos
expositores y la verdad, es que pudimos observar algunos aspectos que no hacían
de esas exposiciones, unas buenas lecciones magistrales.
Lo que se pudo observar fue:
- Leían, no tenían preparada la exposición.
- La exposición era muy poco natural.
- Miraban al papel, más que a los ojos del que escuchaba (en este caso, no miraban a cámara).
- El primero, era muy monótono.
- Usaban muletillas: y..., y...; o…, o…
- Pasaba gente por detrás de los que exponían distrayendo la atención del que escucha; lo mismo con los ruidos de fondo.
- No transmiten, es decir, no conectan con el que escucha.
- No predican con el ejemplo. En este caso comentan que una lección magistral no debe ser aburrida, ni monótona,…y la verdad, es que hacen lo contrario de lo que dicen.
- El segundo expositor, habla muy rápido, es imposible seguirle y transmite mucho nerviosismo.
- Muestran tics: por ejemplo, tocarse la corbata. Este tic termina haciendo que estés más pendiente de la corbata que de lo que se está diciendo.
Por tanto, el
vídeo que se nos presentó es un claro ejemplo de lo que NO se debe hacer en una
clase magistral.
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