Como se ha visto, es fundamental que dentro del
repertorio de cualidades de un buen maestros incluya ser un buen comunicador y
tener buenas habilidades sociales con el fin de llevar a cabo mejor su labor
educativa. Pero es igualmente importante que desde las aulas se inculquen estas
habilidades a nuestros alumnos ya que podemos decir que son herramientas que
favorecerán la convivencia.
En cuanto a la escucha activa he de decir que es
necesario saber escuchar a los demás para ayudarles, comprenderles,
respetarles, aprender de ellos, crear un clima de confianza,…Debemos de enseñar
a escuchar para evitar y resolver los posibles conflictos que puedan surgir.
En cuanto a los prejuicios he de decir que son algo que
está presente en nuestro día a día y cuando son positivos no generan problemas
pero sí que los producen aquellos que son negativos.
Los prejuicios negativos desencadenan la marginación, el
rechazo,…en las aulas y lo mismo en la sociedad, muchas veces conducen la
exclusión.
Personalmente creo que ante los prejuicios, los maestros
tenemos un gran reto, sabemos que están ahí y que no siempre son positivos; de
ahí que trabajemos con ellos en el aula ayudando a los niños a reflexionar qué
hay de cierto o no en cada prejuicio. Además, debemos de recurrir al tratamiento de
las habilidades sociales para que además de que el niño aprenda a gestionar sus
sentimientos, emociones,…cuente con herramientas que le ayuden a convivir.
Asimismo, hemos de trabajar para evitar etiquetar a los demás, así si los niños
en el aula no etiquetan, tampoco etiquetarán en su vida cotidiana y si además,
educamos en valores, en el respeto a la diversidad,…haremos que los niños
rechacen en la calle cualquier etiquetado; así construiremos una
sociedad en la que todos nos respetemos y valoremos por lo que somos.
Por ello, los maestros tenemos una
gran labor, siendo conscientes a su vez de que las etiquetas pueden marcar de por
vida, injustamente, a una persona. Así, deberemos de evitar en el clima del
centro el efecto halo, el efecto Pigmalión,…
En cuanto a la realización de críticas creo que es un
tema bastante interesante. Creo que lo más curioso es que mucha gente critica,
pero no sabe cómo hacerlo. Muchas veces las personas utilizan la crítica para
herir (crítica destructiva) pero no para mejorar (crítica constructiva).
Además, independientemente de una u otra, a nadie le gusta que le hagan una
crítica, por ello, con más razón de que en las aulas enseñemos a criticar constructivamente
para mejorar.
Para realizar una crítica correcta hemos de enseñarles a
nuestros alumnos que cuando se critica se ha de comenzar diciéndole al otro
aquello que ha hecho (es algo objetivo que no nos puede negar) y seguidamente decirle que nos ha molestado o
bien que no es lo más correcto y, terminaríamos comentándole una alternativa
más adecuada para la próxima vez. Así, si inculcamos a los niños estos pasos,
además de trabajar sus habilidades sociales, estamos asegurando las buenas
relaciones con los otros y fomentando un buen clima de convivencia.
Para finalizar decir que hemos de ser conscientes que a
día de hoy las habilidades sociales y comunicativas tienen un gran peso no solo
para garantizar una convivencia adecuada sino también a la hora de encontrar un
puesto de trabajo pues son fundamentales
para asegurar las buenas relaciones interpersonales y un buen clima de
trabajo.
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