Tomando como referencia : LUCENA FERRERO, R. (2008). El
profesor que programa: La programación como instrumento de trabajo. En SÁNCHEZ
HUETE, J.C. (cood.). Compendio de
Didáctica General. Madrid: CCS.
El profesor que programa: La programación como instrumento de trabajo. (Lucena Ferrero, R.)
El hecho de que nuestro Currículo sea abierto y flexible
supone que a partir de un proceso de concreción el maestro pueda adecuar lo
establecido a nivel prescriptivo a las características de su grupo clase.
Este proceso de concreción se estructura en tres niveles:
Primer
nivel de concreción: En este nivel encontramos que el MEC que crea
una Ley Orgánica que será desarrollada en base a unos Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas, de aplicación obligatoria en
todo el país. Y por otro lado, contamos con los Decretos de currículo. Dichos Decretos son creados por las
Comunidades Autónomas adecuando los Reales Decretos a su realidad. Asimismo,
cada CCAA publicará diversas Órdenes que concreten como se implantarán,
organizarán,…dichos Decretos.
Segundo
nivel de concreción: Los centros educativos tomas sus respectivos
Decretos y los adecuan a la realidad de su centro. Así crearán el Proyecto Educativo de Centro y las Programaciones Didácticas.
Tercer
nivel de concreción: Este nivel sería competencia del maestro
quién adecuaría el nivel anterior a las características específicas de su
grupo/clase dando lugar a las Programaciones
de Aula.
Como vemos, este proceso de concreción otorga al docente un gran papel en cuanto a que se constituye como el último eslabón de la
cadena y como el más importante ya que de él dependerá que su grupo/clase
alcance lo que se ha establecido a nivel prescriptivo.
Este aspecto deja ver el nivel de profesionalidad que
debemos poseer los docentes, aspecto que dignifica nuestra labor.
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