El documento deja clara una idea fundamental: el profesor
ideal, no existe. Es importante considerar que hay muchas formas de ser un buen
profesor, de mantener una buena relación con los alumnos,…
El
buen profesor visto por los alumnos.
Es necesario destacar que dependiendo de la edad de
nuestros alumnos, las características que atribuyen a un buen profesor serán
diferentes. Así, los más pequeños se fijan en el aspecto físico de sus
profesores, mientras según van creciendo, hacen mayor hincapié en las habilidades
didácticas. Del mismo modo, los distintos estudios concluyen que son los
propios alumnos quienes señalan que los buenos profesores son muy distintos
entre sí.
No podemos olvidar que es importante que conozcamos la percepción
de buen profesor que tienen nuestros alumnos ya que nos permitirá entrar mejor
en su mundo.
Características
personales.
El ser ordenados, perfeccionistas,…son rasgos deseables
en cualquier persona independientemente que sea o no profesor. Asimismo, es necesario que potenciemos lo más
positivo de nosotros mismos, de ahí que tengamos que reflexionar acerca de
nuestro rol como docentes, es decir, intentaremos conocer mejor cómo somos para hacer mejor lo que hacemos.
Actitudes
y conductas: cómo nos vemos en cuanto a profesores.
Según diversos estudios, la visión que los docentes
tienen sobre ellos mismos se puede concretar de este modo:
- ven su profesión como una oportunidad para ayudar y servir a los demás, es decir, se ven con una posición de poder y como una fuente de recursos, de ahí que puedan garantizar la ayuda a sus alumnos.
- los docentes tienen la responsabilidad ética y moral de concienciarse del impacto que tienen en sus alumnos. Así, sabemos de casos en los que un profesor ha influido en la vida de una persona de una forma importante y es más, que muchas veces, los profesores no solo influyen en sus alumnos sino en los hijos de sus alumnos.
- de lo anterior se deduce que los docentes se vean como modelos de identificación aceptando la responsabilidad que esto implica.
Reflexión
sobre cómo somos y cómo podemos ser.
Hemos de partir de la base de que si tenemos alumnos
buenos, siempre pueden ser mejores e igualmente, los no tan buenos necesitarán
más ayuda, motivación,…Del mismo modo no podemos perder de vista que el
Currículo Oculto existe, por lo que indudablemente, influimos en nuestros
alumnos.
Por ello es necesario que reflexionemos sobre nuestras
conductas didácticas, relacionales,...con el fin de mejorar profesionalmente.
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